Pinturas creativas
- Rita Molpeceres
- 4 may 2017
- 1 Min. de lectura

Me encantan las pinturas murales. Es uno de los trabajos para mí más gratificantes, porque me emociona desde el momento que la imagino. Disfruto un montón de todo el proceso. Primero lo diseño, calculándo las dimensiones para que quede perfectamente ubicado y comienzo haciendo un esbozo a lapicero muy poco marcado para luego borrar líneas fácilmente.

Poco a poco y pincelada a pincelada voy añadiendo colores, y esta es la parte que más me gusta. Tengo mucha facilidad para comprender cómo mezclan los colores por lo que conseguir los tonos exactos que se adaptan a los colores de edredones, cortinas, o mobiliario existente es sencillo, y hace que el mural quede estupendamente integrado con el resto de la estancia.

Me encanta la gente que es atrevida con este tipo de decoración, pintar un mural en una pared no lleva mucho más de un día y a los niños les encanta porque su habitación forma parte de su mundo de fantasía. Y a nosotros cada vez que miramos un espacio decorado con gusto se nos alegra la cara, je,je.

La parte más bonita es ver el resultado final. Las últimas pinceladas son las que aportan los detalles más finos, por lo que lo hago con mucho mimo hasta que determino que esta completo. Entonces me retiro, lo miro desde lejos y me quedo contemplando unos segundos disfrutando de la obra y pensando ¿cuál será la siguiente?


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